El líder y la empatía

Pese a los tiempos en los que estamos viviendo, donde predomina el “hacer más con menos recursos”, incluso dentro de la administración, algunos seguimos pensando que lo importante en agregar valor a la empresa con los recursos que disponemos, en este punto la empatía alcanza un valor importante para general valor. Experimentar y sentir lo que viven a diario tanto los usuarios como los propios equipos de trabajo es la clave del éxito.
El vivir  la experiencia de los otros lleva al líder a entender las circunstancias de su equipo de trabajo, hay que vivir la experiencia de los que van a desarrollar un trabajo bajo tu dirección, poniendo en práctica mediante acciones diarias aquello que has vivido. Es una herramienta capaz de aumentar la colaboración y la participación de todos los que componen el equipo.
Las administraciones, en los tiempos que tenemos de austeridad, tienen una necesidad imperiosa de empatizar no solo con los ciudadanos, que al fin y al cabo son sus clientes externos, sino también con los propios trabajadores, el problema con el que nos encontramos, es que dentro de este “macro organismo”, que es la administración, son pocos lo que podemos llamar lideres, y menos aun los que son lideres empáticos.
Esta cualidad de gestionar y desarrollar de manera personal los recursos de la administración, se ha visto “congelada” de forma  irremediable y ante la “¿necesidad?” de reducir la administración, para combatir de una forma “¿eficaz?” el déficit de la misma.
Los líderes empáticos, dentro de la administración, son fáciles de reconocer porque, aunque no se puede escoger al equipo, son capaces de sacar el talento que cada uno lleva dentro, lo que proyecta, sus convicciones, cumpliendo con lo que piensa, hace de él alguien cuya empatía es reconocida por los otros y permite desarrollar al equipo.
En un futuro la administración para modernizarse no tendrá otra manera, que dejar que los líderes empáticos sean los que tiren de ella. La creación de organizaciones capaces de llevar acabo un proyecto o una visión de la organización es el futuro del sostenimiento de la administración, máxime cundo la misma ha sido objeto de ataque por los propios directivos de la administración y cuando la ciudadanía se encuentra en contra de la misma.
La empatía es una cualidad que tiende a verse más en estructuras organizacionales donde las relaciones se dan de manera más horizontal que vertical, como hemos visto durante muchos años, en el modelo de administración, por norma general, ha predominado las instrucciones, por lo que la empatía tiende a no darse, mientras que en el modelo de ambientes empáticos, las visiones se transforman en acciones.
Lo que realmente requieren los ciudadanos y los propios trabajadores es que ya no vale tanto el hacer más con menos recursos, sino que lo que predomina es que el servicio que me das o el que presto, sea acorde con las expectativas que tengo. Esto parte del contexto en que las personas son parte muy importante de los recursos con que cuentan la administración, sin ellos y sus necesidades bien calibradas, no es posible la generación de valor.
Pero este cambio de rumbo dentro de la administración, ha de ser liderado por los propios trabajadores, haciendo entender a los dirigentes que el servicio al ciudadano es el más importante, que la base de una buena administración es general valor a los ciudadanos.
¿Cómo desarrollamos la empatáis?, para ello lo primero es saber exactamente que entendemos por empatía, que podría ser; “que es la habilidad para reconocer o sentir emociones y sentimientos propios o ajenos, y reaccionar para entenderlos y ayudar a los otros y a nosotros.” O “que es la capacidad del ser humano para ponerse en la situación del otro o la habilidad para tratar a las personas de acuerdo con sus reacciones emocionales”.
Para ello es importe Saber escuchar y observar, no oír simplemente sino escuchar con los cinco sentidos, no abstraernos cuando estamos escuchando al otro, estar plenamente presentes. Comprender los “mapas mentales”, comprenderlos facilita las claves para comunicarse y modificar, si es preciso el mapa de representación propio o ajeno y  tener una comunicación más efectiva. Saber dar feedback: Tan sólo haciendo las siguientes preguntas, uno empezará a desarrollar esta competencia:
§         ¿Para qué me siento así?
§         ¿Qué me dice esta emoción?
§         ¿Cómo puedo canalizar esta emoción de una manera más beneficiosa para mí?
§         ¿Qué emociones me pueden ayudar a conseguir mi objetivo? ¿Cómo puedo rescatarlas?
§         ¿Cómo se siente esa persona?
§         ¿Qué quiere la persona?
§         ¿Cómo puedo hacer para adaptarme  a esta situación?
Por ello animo a empezar a sentirse empático y poner en practica aquellas acciones que creemos serán beneficiosas para la consecución de los objetivos de poner en valor a nuestra organización (os dejo un enlace sobre "los Mapas de Empatía"), vendamos nuestro sueño y nuestro concepto de la administración a aquellos que nos rodean.

“Vivir de forma empática, además de generar mejores resultados, hace que la vida sea más sencilla y fácil” (Bárbara Silva)
 “La comunicación es a la relación, lo que la respiración es a la vida” (Virginia Satir)

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